EL RETIRO: LA CIUDAD A OTRA VELOCIDAD


Pasear por El Retiro es como ducharte un día de esos que te despiertas con resaca. De hecho, tal y como las gotas de agua se llevan la pesadez de cabeza, cada paso que das en 'el pulmón de Madrid' es deshacerte de un lastre que no sabías que llevabas y que, sin embargo, estabas cargando desde hace mucho tiempo, quizás demasiado.

Una visita al principal parque de la capital española es una conversación privada sin interlocutor, donde cada parte del recinto es una estación de las que aprende el monje de Primavera, verano, otoño, invierno...y primavera. La estresante vida en una ciudad de más de cuatro millones de personas y que se resume en la frase "cuidado no meter el pie entre el coche y el andén" se mira desde la distancia, tal y como se puede ver a Alfonso XII al otro lado del estanque rodeado de leones y sobre un pedestal de granito.

Todas las grandes ciudades del mundo tienen su parque, más grande o más pequeño, pero con el mismo objetivo, el de ser un punto totalmente distinto, crear una pequeña isla donde no haya que caminar rápido salvo que se decida hacer deporte. Es inspirador el cambio que se puede se produce a pocos metros de la Puerta de Alcalá, donde los coches intentan pasar la rotonda lo más rápido posible, en la entrada principal del recinto donde todo se ralentiza, se acaba la vida de la ciudad y los hombrse vuelven a su entorno, un sitio con más verde, con varios estanques y un ocio que puede ser tan activo como contemplativo.

Unknown

Comunicador, periodista, persona, fotógrafo amateur enamorado de las palomitas, la naturaleza y el humor absurdo. Como Loquillo: "Feo, fuerte y formal"

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