EL RACISMO OCULTO DE ESPAÑA


El racismo es un tema tabú. Nadie se declara racista, nadie osa decir que el Ku Kux Klan le pareció una buena idea o que Nelson Mandela era un hombre poco válido y que toda su figura se resume en una gran campaña de comunicación. En España no hay racistas, sin embargo, en nuestro país, ese que se estremece cada vez que un policía mata a un negro en Estados Unidos, sigue habiendo problemas raciales.

Según el Barómetro del CIS, en España el racismo nunca ha sido uno de los principales temas de preocupación social. En los últimos años, el problema solo atrae intermitentemente en la encuesta mensual a un porcentaje de población de entre el 0,0 y el 0,4. Prima de esta preocupación es, tal y como señaló en El Confidencial el catedrático en Derecho Constitucional Fernando Rey, la inmigración, cosa que sí que llama más la atención, aunque este tema no tiene por qué tener un matiz racista.

"Uh, uh, uh, uh" cada vez que un jugador de fútbol de color controla un balón en un estadio estamos acostumbrados a oír este lamentable cántico que ha llevado, incluso, a que algunos jugadores tengan que recoger plátanos a sus pies cuando se acercan durante un partido al banderín del córner. Este año, un encuentro entre el San Fernando y La Salle de Puerto Real se suspendió por los insultos racistas de la grada a un jugador de 11 años. Así, que por más que nos cueste admitirlo, no estamos en una sociedad perfecta, libre de toda culpa, hasta ciertas iniciativas solidarias patrocinadas por la extrema derecha han recibido el apoyo popular cuando han vetado a los inmigrantes en sus programas sociales.



En este contexto, en el que ningún español se negaría a alabar a la figura de Martin Luther King, pero no distingue entre  subsahariano y afrocaribeño; Rita Bosaho, una enfermera de origen guineano se presenta a las elecciones generales como cabeza de lista de Podemos en Alicante.  Con el último CIS en mano, que da dos representantes al partido morado en la circunscripción, Bosaho se convertirá en la primera mujer negra en tener un asiento en el Parlamento.

Junto a Bosaho, el PSOE como número 52 de lista por Madrid, presenta a Consuelo Cruz, colombiana de origen, lo consiguió después de que más de 80 asociaciones relacionadas con los socialistas pidieran su inclusión en las listas por Madrid. Cruz, que milita en el partido desde 2003, fue colaboradora del difunto Pedro Zerolo cuando este era Secretario de Movimientos Sociales.

Tanto Cruz como Bosaho son representantes de la España, destino de inmigrantes, que ha ido integrando a sus nuevos nacionales. Sin embargo, el camino es largo. En 2008, Villamantilla (Madrid) entregó su bastón de mando al que se presentó como el primer alcalde negro de España, Juan Antonio de la Morena (PP), que procede del mismo país que Bosaho y ha renovado su cargo ya en tres ocasiones. Aunque si nos remontamos a 1979, Julio Castillo Figueroa, dominicano de origen, también llegó a ser primer edil en Isla Cristina (Huelva), presentándose por UCD.



Mucho por hacer

La inmigración y el racismo son temas relacionados en España, pero no idénticos. Mientras anteriormente hemos hablado de políticos de raza negra, en realidad, en los ayuntamientos españoles también hay miembros de gobiernos locales que no nacieron dentro de nuestras fronteras. Sin embargo, todos son de origen europeo y en este sentido las estadísticas inducen a error, ya que algunos de los que han llegado a ocupar el cargo de alcalde no eran españoles, sino residentes de procedentes de países miembro de la UE. Pese a que el 15% de los españoles han nacido fuera de nuestras fronteras, el porcentaje de representantes políticos en el Congreso dentro de este grupo es del 1%, según El País.

Los datos de la integración de inmigrantes en la política española es bajo en comparación a los países de Centro Europa, aunque sigamos negando que esto se deba al racismo. Más allá del disfraz de tolerancia, en nuestra sociedad siguen existiendo rastros de un comportamiento de otra época. Más de un quinto de los españoles pertenecientes a una minoría étnica considera haber sufrido algún tipo de discriminación xenófoba (21,4%), según el CIS 3.000 fechado hace un año.

Este tipo de discriminación no es captada por la mayoría racial española, pero tampoco son los inmigrantes los únicos que sufren discriminación, sus hijos siguen perteneciendo a un grupo étnico distinto y de hecho, este es el grupo que más casos denuncia en las encuestas. Además según el CIS, ser gitano es el segundo motivo en España para tener problemas a la hora alquilar un piso, por detrás de tener pocos recursos económicos y un punto por encima de ser extranjero.

"Yo no soy racista, pero..."


España no es un país abiertamente racista. En este sentido, ni siquiera se tienen datos estatales de población por motivo racial. Sin embargo, pese a que la sociedad vea la discriminación racial como un problema del siglo pasado, esta sigue existiendo.


A diferencia que en otros países europeos, en la piel de toro no han tenido éxito los partidos con programas xenófobos. Esto, además de la educación moral también se debe en parte a la estructura política española. No obstante,  la situación no exime de responsabilidad a los líderes políticos. La mayor parte de casos de discriminación por motivos étnicos se dan en el mundo laboral, lugar en el que se distribuye el reconocimiento social en la época contemporánea.

Unknown

Comunicador, periodista, persona, fotógrafo amateur enamorado de las palomitas, la naturaleza y el humor absurdo. Como Loquillo: "Feo, fuerte y formal"

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