FONTCUBERTA Y EL ARTE DE MANIPULAR

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Stalin lo hizo. Todo el mundo sabía la historia. Lenin, Trotsky, el Ejército Rojo y de repente, él se convirtió en el único, tras el líder al que su sombra amparaba. Solo se necesitaba una pequeña modificación, un cambio en la historia, hacer que él pareciera el más combativo de todos los comunistas y el hombre al que Lenin siempre apreció por encima del resto. El resultado fue obvio, pero no solo los peores dictadores manipularon la historia.

Giovanni Sartori en su Homo Videns reseñaba el poder manipulador de la imagen, aunque en particular se centraba en los vídeos. Las masas tienden a ser como Santo Tomás, pero para lo que él necesitaba una llaga, el resto, solo necesitamos una fotografía, sin importar que esté manipulada. En ese agujero negro que es la ingenuidad humana bucea Joan Fontcuberta.

El fotógrafo y Premio Nacional en la disciplina en 1998 manipula, hace creer al espectador, que un día existió un lugarteniente de Bin Laden con su cara; que los rusos borraron de la historia a un astronauta, familiar suyo, que fracasó en su empeño de atravesar el cinturón de asteroides; o lo que es aún peor, que un avión de alta tecnología se estrelló en China y los líderes comunistas dejaron que el arte generara con sus piezas un rompecabezas. Historias inverosímiles, pero registradas a través de la fotografía, algo que para más de uno le dará credibilidad. Aunque como en todo buen reportaje falso, al final, una imagen denota al resto. Stalin pasó a mejores tiempo, o peores según quién, ya no está de moda eso de manipular. ¿O sí?


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Unknown

Comunicador, periodista, persona, fotógrafo amateur enamorado de las palomitas, la naturaleza y el humor absurdo. Como Loquillo: "Feo, fuerte y formal"

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