UN AÑO DESPUÉS DE JAVIER KRAHE


Un año después de recibir la noticia yo ya no estaba en el aeropuerto esperando un avión que me llevara a Milán, en un viaje de ida y vuelta. Fue través de un mensaje de WhatsApp de un buen amigo, que me enteré de que un 12 de julio Javier Krahe había muerto.

Jamás conocí, al genio,  pero sin lugar a dudas un fuerte escalofrío desembocó en mi nuca y me di cuenta de lo que significaba para mi la voz, no bonita, pero melódica y el sutil vocabulario de ese uruguayo que en mala hora fue adaptado por España.

Tiempo ya de que la barba blanca del anarquista creciera en la decrepitud del cuerpo y que por un segundo, aquellos que como yo pensaban no haber caído en el fenómeno fan, nos descubriéramos solos como la Jacinta, esa moza de tan buena pinta, desnuda,  ante la depravada mirada de los cabestros, hecha estatua por una competición tan absurda como corrupta.

Querido Javier Krahe, por un tiempo dudé que alguien se ocupara del mar tras tu marcha. Ahora, ya, simplemente, lo he confirmado. Una vez destapado cuervo, el resto se unió al bando, aunque eso ya lo experimentaste y no hace falta avisar, para qué, al final lo que queda es lo que dejaste, el dulce sarcasmo de la sutileza irónica que emana de la verdad, demasiada filosofía y una sola realidad. Pero, al fin y al cabo, no todo va a ser follar.

Un año después de recibir la noticia, tú sigues ahí y nosotros seguimos sin entender por qué no nos gusta tanto tu ausencia como la que aparenta esa democracia a la que cantabas.


Unknown

Comunicador, periodista, persona, fotógrafo amateur enamorado de las palomitas, la naturaleza y el humor absurdo. Como Loquillo: "Feo, fuerte y formal"

0 comentarios: