10 COSAS QUE HACER EL DÍA EXTRA QUE NOS REGALA FEBRERO



Cada cuatro años los planetas se alinean, se puede ver a Júpiter bailar un tango con Europa y los meses de febrero tienen un día más. Sí, ese mes, al que el Emperador Octavio Augusto robó un día para ponérselo al periodo que nombró en su honor, agosto - nótese el parecido - y que convirtió en un engendro entre sus doce hermanos. Para empeorar la situación, además, cada cuatro años, algún astrónomo decidió que se le habría que añadir un día. Ya que es el raro que lo sea un poco más. En fin, peores cosas se han hecho y los años bisiestos, aunque parezca mentira, tienen una razón de ser.

La leyenda siempre es más bonita que la realidad. Es cierto que Octavio Augusto decidió que agosto se llamaría agosto en su honor, porque él no era menos que su tío, Julio César, quien ya tenía julio, pero para cuando cambió el nombre al mes, ambos periodos ya duraban 31 días. Nadie le robó el día 30 a febrero para dárselo a un aficionado a las bacanales.

La razón siempre es más sencilla, en Roma los años empezaban en marzo por lo que el último mes era febrero y en este se hacían los apaños para arreglar la impuntualidad crónica de la Tierra. Nuestro planeta no tarda 365 días en dar una vuelta al sol. Aunque parece que sea así, Gea siempre llega 6 horas, 9 minutos y 9 segundos tarde. Para evitar que se acumule el retraso y un año diciembre empiece en verano sin que nada tenga que ver en ello el calentamiento global, se añade un día a un mes más corto, el último, el que estaba de relleno, para que la suma de días agrupados de 30 en 31 siempre sea de 365 días. Febrero es el Paquirrín de los hermanos Rivera, pero este día extra que cada cuatro años aparece por arte de magia hay que celebrarlo y vivirlo de una forma especial. A saber cuando veremos el próximo. Aquí os dejo 10 formas para pasar este día que 2016 nos regala:

1. Trabajando.



Sí, hoy en las redes sociales decían que este era un día especial, sin lugar a dudas lo es, pero ha caído en día laboral y lo que es peor en lunes. ¡Habrase visto semejante faena! 

2. Con resaca, con un Oscar por peluche y soñando con el oso que te violó.



Bueno, para esto a lo mejor deberías ser guapo, rubio, actor y haberte sobrepuesto a las circunstancias, 'los académicos', no el oso. No todos somos Leonardo DiCaprio, pero sin lugar a dudas esta también es una forma de sobrepasar el 29 de diciembre.

3. Discutiendo con tu cuñao sobre los pactos de gobierno.

Pincha en el imagen, tiene premio

Sí, el 29 de febrero, es un día especial, pero no en todas las casas se celebra una comida familiar. Hay que reconocerlo hace mucho que pasó Nochevieja y necesitas reirte de lo presuntuoso que es el marido de tu hermana. Hoy es el día perfecto para buscar en la agenda del teléfono su número y llamar de una vez a esa persona que odias desde que te dijeron su nombre para preguntarle sobre las bondades de Pedro Sánchez.

4. Apuntándote a un gimnasio.



Lo mismo que te propusiste en Nochevieja, pero, como siempre haces, nunca te apuntaste. Prométete que mañana vas y te compras un chándal y en dos meses tus abdominales empezarán a coger forma. Lo mejor de dejar este tipo de intenciones para el 29 de febrero es que solo te tienes que sentir mal contigo mismo una vez cada cuatro años.

5. Convocando a la prensa para decir que es mejor negar haber robado que defenderte ante "la izquierda radical comunista".



Barberá es la cuñada que toda persona de bien desea, es prepotente, no admite un error ni obligada y además tiene menos argumentos que Belén Esteban defendiendo a su favorito para ganar Gran Hermano.

6. Viendo los Simpson al mediodía como todos los días.


Si aún eres de esos que piensa que hoy no es un día especial, aunque DiCaprio haya ganado un Oscar o Nintendo regale a los gamers fans de Pokemon una criatura legendaria como Celebi y esto sea TT, puedes ver los Simpson, como todos los días, después de comer y cuando sientas que ya se cierran tus ojos poner un documental de La 2.

7. #CarmenaNoTeLoPerdonaréNunca

No hay un hastag más largo, pero meterse con la gestión de Carmena en el Ayuntamiento de Madrid siempre es una buena idea para pasar las tardes frías de febrero.

8.  Cumpliendo promesas del pasado, de esas que nadie creyó que cumplirías y que de hecho tú ya olvidaste que prometiste.



Menudo lío, pero siempre es mejor una buena acción que causar el pánico en Rusia. Se puede aprovechar el día extra que nos regalaron para apuntarse a ese curso que te prometiste que tenías que sacar, declarar tu amor a la persona que amaste y nunca te atreviste a decirselo o marcar los goles que pensabas que podías marcar en una temporada futbolística.

9. Bañándose con delfines, montando al oso de DiCaprio y cazando tigres. Lo que sea para demostrar que eres un machote.


Da lo mismo que seas el enemigo número 1 del Estado Islámico, si eres Vladimir Putin puedes hacer lo que quieras. Ningún día dejará de ser un día especial para el líder ruso. ¿Bombardear siria? ¿Presumir de las fotos calientes que le mandan las universitarias rusas? ¿Aprender de Steven Seagal cómo aumentar las exportaciones de armas? Fijate tú tu propia agenda y luego vende el merchandising.

10. Escribir este artículo sin sentido por hacer algo y sentirte orgulloso por ello. Bueno... orgulloso, orgulloso, no.



Unknown

Comunicador, periodista, persona, fotógrafo amateur enamorado de las palomitas, la naturaleza y el humor absurdo. Como Loquillo: "Feo, fuerte y formal"

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