CAZAR CABRAS PARA SALVAR PLANTAS EN LAS CANARIAS


La polémica está servida. El proyecto, provocativo desde su nombre, 'Life', para el desarrollo y la conservación de la Reserva Natural de Güigüí planea eliminar las cabras guaniles del territorio protegido. La disputa empieza desde asociaciones y partidos ecologistas. Mientras unas hablan de masacre y matanza otros hablan de conservar y preservar las especies endémicas del área. La política que no lee informes contra la política que no escucha opciones.

Las cabras guaniles son ganado, el problema es que los pastores lo dejan circular con libertad y en una región libre de tráfico humano en grandes cantidades se han asilvestrado, pudiendo competir en este área con otro tipo de especies y representando una amenaza para la vegetación. 

Cuenta este espacio con especies alóctonas que aquí se encuentran en espacio salvaje. Es el caso de la cabra (capra hircos) y el gato (felis cactus). En el primer caso son muy dañinos para la vegetación y, en el segundo, para las aves.
Plan Director de la Reserva Natural Especial de Güi-Güí (2016) 

No es la primera vez que se desarrolla un plan de este tipo en reservas naturales. Si no hace tanto los naturalistas abogaban por introducir nuevas especies en territorios ahora, tras desastres naturales como el cangrejo americano y el señal, los visones o el siluro del Ebro, evitar que la vida autóctona se vea amenazada por especies invasoras es una prioridad.

Tal y como relata Kennedy Warne para su reportaje en National Geography en las Sheychelles  Canarias no es el primer lugar en el que se realiza una medida de este estilo. Este mismo año, el titulado en bioconservación, Nick Page abatió al último ejemplar de bulbu orfeo de la isla de Asunción en el archipiélago del Índico. 

Tanto las Sheychelles como las Canarias son archipiélagos cuyos ecosistemas evolucionaron independientemente de las áreas continentales donde las especies estaban sometidas a una mayor competencia en un entornos menos aislados. En la mayoría de islas, por ejemplo la distribución de los mamíferos era limitada y la introducción de algunas especies por parte de los humanos ha resultado mortal para las endémicas. En el mismo archipiélago en el que hoy se intentan eliminar las cabras, no hace mucho tiempo apareció un gato con un lagarto gigante de La Gomera entre sus fauces, mencionado en el informe, estas mascotas 'inofensivas' están consideradas como una de las especies invasoras más dañinas.

Está muy bien verlos en vídeos aterrorizados por un pepino, jugando como si fueran bebes pequeños o mirando a la cámara con ojos angelicales, los gatos es uno de los animales que mejor se adapta a todos los entornos, pero la voracidad de estas pequeñas mascotas cuando se asilvestran excede todos los límites. El gobierno de Canarias culpa a los gatos de la extinción de varias de las especies características de las islas. La codorniz de la Gomera, la calandria de patas largas o los muridos gigantes son algunas de las especies que cita como víctimas del animal el Servicio de Información Medioambiental de las Islas Canarias.



Planteada la eliminación de los gatos silvestres, las cabras pasan ahora a la atención del público como víctimas inocentes de una mala actuación del pasado. Las cabras no cazan pájaros, ni presionan hasta la extinción a las diferentes especies de lagartos. El informe que ha llevado a plantear su erradicación del parque, de manera drástica y sin posibilidad a relocalización señala de esta forma la amenaza que suponen los bóvidos en la reserva:

  • Dificultad de regeneración de los ejemplares de pino canario y, sobre todo, sabinas y cedros que se encuentran dispersos en la parte más alta y más inaccesible de la Reserva y, en general, de toda la vegetación de la Reserva. Ello se debe, en particular, a los ejemplares asilvestrados que habitan la zona, aunque sin olvidar la falta de control sobre los animales no estabulados , que pastan libremente en la Reserva.

  • El paso del ganado contribuye fuertemente a la erosión en el ámbito de la Reserva, ya que al circular de manera descontrolada por zonas en que las piedras se hallan sueltas contribuyen a que se produzcan derrumbes y arrastres de materiales por las laderas.
 Bajo estos argumentos la nueva normativa del parque, basada en la restauración ecológica, contempla en su punto 1.4 'la eliminación de la fauna exótica'. Una medida que puede sorprender, pero que pretende dejar la reserva libre de ratas, gatos y cabras, además de considerar un control de las poblaciones de conejo que podrían derivar en actividades cinegéticas. Lo más curioso de la normativa es que mientras que se dispone que a las ratas y a los gatos  se les dará 'captura y encierro fuera de los límites de la reserva'; en el caso de las cabras la regla se guarda una segunda opción en la recámara 'su eliminación en caso necesario'. El motivo, de que esta técnica sea utilizada solo con ellas, escapa a justificaciones que más allá de dificultades técnicas pueden tener que ver con que tengan cuernos. Aunque se aceptan más argumentos.

Unknown

Comunicador, periodista, persona, fotógrafo amateur enamorado de las palomitas, la naturaleza y el humor absurdo. Como Loquillo: "Feo, fuerte y formal"

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