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40 MUJERES ASESINADAS EN 2016, NO ES UN BUEN DATO
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| Kenny Rivas |
"Puta". "Guarra". "Mierda". "Tonta". "Imbécil". "Inútil". "Vaga". "Negada". "Puta". "Malparida". "A fregar". "No tienes ni idea". "Calla". "Mierda". La capacidad de resilencia a veces juega una mala pasada y lo que no es normal, como el inicio de este artículo, pasa a ser el día a día de una persona.
En 2015 murieron 60 mujeres víctimas de la violencia de género en España según el Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades. Este año, 2016, llevamos 40 víctimas ya. Y aunque los datos van mejorando no debemos olvidar que hablamos de muertes y personas que antes de fallecer pudieron sufrir un verdadero calvario.
Un 10,3% de las mujeres mayores de 16 años en España reconoció alguna que alguna vez en su vida ha sufrido violencia física. Un 8,1% además denunció que la violencia había sido sexual, los porcentajes aumentan si nos limitamos a preguntar a aquellas mujeres que alguna vez tuvieron pareja. El 6,4% de las mujeres españolas afirman que "alguna pareja o expareja les ha obligado a mantener relaciones sexuales cuando ellas no querían", esta es la forma de describir una violación para la Macroencuesta 2015 de Violencia contra la Mujer.
Si ya de por sí es triste que una persona se pueda sentir insegura al caminar por la calle sola – y sabemos que pasa – imaginaos cuando el terror no se encuentra en un callejón oscuro sino en tu propia casa. En la mayor parte de los casos la víctima se encontraba viviendo, por no decir sufriendo, una relación sentimental con su asesino. En el 55% de los asesinatos por violencia de género desde 2003, había una convivencia entre el agresor y la víctima, según el Instituto de la Mujer.
Los datos siempre son duros, pero lo cierto es que hablar con crudeza de la violencia de género es un territorio común, nadie desea la muerte de una persona sin pasar a ser un miserable. El problema estriba en el machismo latente en la sociedad en la concepción de que alguien debe llevar las riendas y la compenetración no es suficiente si alguien no está subyugado, cosa que culturalmente recaé sobre el género femenino. No es que los seres humanos seamos mejores que estos datos, es que necesitamos serlo. Solo en el segundo trimestre de 2016 se resolvieron en tribunales españoles 38.496 casos en los que una mujer denunciaba un maltrato.
Un 10,3% de las mujeres mayores de 16 años en España reconoció alguna que alguna vez en su vida ha sufrido violencia física. Un 8,1% además denunció que la violencia había sido sexual, los porcentajes aumentan si nos limitamos a preguntar a aquellas mujeres que alguna vez tuvieron pareja. El 6,4% de las mujeres españolas afirman que "alguna pareja o expareja les ha obligado a mantener relaciones sexuales cuando ellas no querían", esta es la forma de describir una violación para la Macroencuesta 2015 de Violencia contra la Mujer.
Si ya de por sí es triste que una persona se pueda sentir insegura al caminar por la calle sola – y sabemos que pasa – imaginaos cuando el terror no se encuentra en un callejón oscuro sino en tu propia casa. En la mayor parte de los casos la víctima se encontraba viviendo, por no decir sufriendo, una relación sentimental con su asesino. En el 55% de los asesinatos por violencia de género desde 2003, había una convivencia entre el agresor y la víctima, según el Instituto de la Mujer.
Los datos siempre son duros, pero lo cierto es que hablar con crudeza de la violencia de género es un territorio común, nadie desea la muerte de una persona sin pasar a ser un miserable. El problema estriba en el machismo latente en la sociedad en la concepción de que alguien debe llevar las riendas y la compenetración no es suficiente si alguien no está subyugado, cosa que culturalmente recaé sobre el género femenino. No es que los seres humanos seamos mejores que estos datos, es que necesitamos serlo. Solo en el segundo trimestre de 2016 se resolvieron en tribunales españoles 38.496 casos en los que una mujer denunciaba un maltrato.
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