PUEDES INCITAR AL MACHISMO, PERO NO BROMEES CON CARRERO BLANCO


El 20 de diciembre de 1973, dos años antes de que el Jefe de Estado, el dictador Francisco Franco muriera, ETA llevó a cabo uno de sus principales atentados, el asesinato del Almirante Luis Carrero Blanco. Los detalles del ataque, conocidos por todos, tienen un punto característico que le hace destacar, no por la víctima, sino porque los terroristas pusieron tal cantidad de explosivo que el coche en el que Carrero Blanco murió voló, llegando incluso a superar y traspasar un edificio.

Era 1973,  la democracia aún no había llegado a España y la banda terrorista ETA defendía sus ideales independentistas y de extrema izquierda mediante la violencia. La Operación Ogro, nombre en clave de la misión acabó con la vida de un hombre llamado a perpetuar la sombra de un Franco que iba legando, poco a poco, sus labores de gobierno. Ese coche volando por los aires en el Barrio Salamanca de Madrid era símbolo de la resistencia a una dictadura cuyas víctimas aún no se han podido contabilizar.

En los 44 que han transcurrido desde este evento, ETA, tras una división y asesinatos internos en 1975 con la llegada de la democracia, siguió matando hasta alcanzar las 829 víctimas mortales, en 2011 cesó su actividad. La dictadura por su parte acabó dos años después con la muerte de Franco y una Transición ejemplar, pero que nos ha dejado una Fundación para perpetuar la memoria de este dictador y su gobierno, que salvó a España matando a, se calcula ya que no se deja a los arqueólogos comprobar, no más de 200.000 personas.

ETA ha sido una realidad que España ha vivido hasta no hace mucho tiempo, Carrero y la dictadura forman parte ya de los libros de historia. Sin embargo, de ninguno de estos dos temas se puede hablar libremente. No ha pasado el primer mes de 2017 y dos personas han sido condenadas por hacer chistes sobre la muerte de ese Almirante, que dirigió el Gobierno de una de las dictaduras más sórdidas del siglo XX.

Dicotomías de una España tan partida como trastornada en la que insultar siempre se nos dio mejor que reírnos de uno mismo. Se respeta más un artículo abiertamente machista en tono serio y ofensivo, como el que salió esta semana en Mediterráneo Digital,  que un chiste que simplemente tiene el afán de hacer reír

Conclusión: Puedes escribir un texto abiertamente machista, cuando en este mes llevamos 7 muertes por violencia de género, pero no puedes hacer humor negro sobre un atentado hace 44 años.

Unknown

Comunicador, periodista, persona, fotógrafo amateur enamorado de las palomitas, la naturaleza y el humor absurdo. Como Loquillo: "Feo, fuerte y formal"

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