23-F: GOLPE DE ESTADO

Tejero protagoniza el Golpe de Estado, 23 F de 1981


El 23-F de 2017 ha pasado sin pena ni gloria. El último intento de golpe de Estado reconocido en España no ha tenido ninguna repercusión más allá de la efeméride y un escueto Trending Topic en Twitter sin grandes prodigios de genialidad. Las noticias del día a día mataron el aniversario que tantos utilizan para loar o maquinar teorías conspiratorias sobre el Rey, el campechano, no el serio.

Puede sonar caprichoso, aunque el destino siempre lo es y la historia de España nunca ha dejado de ser la obra cumbre del esperpento. Lo cierto es que el día en el que se debería conmemorar la derrota del golpe de Estado y la confirmación de que nuestro país apostaba definitivamente por la democracia, ese mismo día, los tribunales confirmaron un segundo golpe de Estado que los catedráticos e historiadores nunca tratarán como tal.
El segundo golpe de Estado
Los cínicos se ríen, aquellos que no ven más allá de sus circunstancias pasan del tema, y el joven que esa misma semana entró en la cárcel por pagar 80€ con una tarjeta falsa, esperemos que siga pensando que Urdangarín fue un expléndido jugador de balonmano. La Justicia que debería servir para igualar a las personas, parece que entiende de clases.



Condenado a 6 años de cárcel por su participación en una trama de corrupción el cuñado del rey, el actual, no tendrá que pasar ni un solo día entre rejas, podrá vivir en Ginebra, Suiza, ese país donde no se pagan impuestos y presentarse una vez al mes en un juzgado de la ciudad. ¡La justicia no es para todos, sino para quienes se la ganan!

En España aún no ha ardido los tribunales. Ni nadie ha declarado, aún, públicamente cómo saca dinero ilegalamente de instituciones públicas inflando presupuestos y dispone de un entramado de empresas fantasmas para evadir impuestos, lo bueno de la justicia es que nos iguala a todos. La gente de a pie, esa que mantiene al resto, está demasiado ocupada cobrando sueldos que les mantienen en el borde del nivel de pobreza, haciendo la declaración de Hacienda y con miedo de hablar, no vaya a ser que después de beber dos vasos de vino se les cuele entre los dientes un chiste de Carrero Blanco y entonces... sí, vayan a la cárcel.

Tejero intentó un golpe de Estado, el rey lo evitó, los tribunales lo han vuelto a dar y, esta vez, ha triunfado. Las teorías conspiratorias siguen el mismo cauce que en 1981, aunque yo personalmente no busco una lógica: han sido los reptilianos.


Unknown

Comunicador, periodista, persona, fotógrafo amateur enamorado de las palomitas, la naturaleza y el humor absurdo. Como Loquillo: "Feo, fuerte y formal"

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