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UNA VISTA A LAS EMISIONES DE CO2 POR PAÍSES EN 2012 CON TABLEAU

Los datos son básicos para entender nuestro mundo, la forma en la que funciona y los fenómenos tanto que producimos como de los que somos víctimas inocentes. Una base de datos muy común podría ser una hoja de Excel en la que puedes clasificar datos en un máximo de 16384 columnas y 1.048.576 de filas. Aunque parezca mentira esta cantidad se hace pequeña en algunas ocasiones y necesitamos tratar los datos con otros programas.

Imaginaros un libro de Excel que rellena hasta la celda XFD:1048576, la última, la final. Cualquiera que quiera sacar conclusiones de ella tiene que tratarlos para poder visualizarlos de una forma sencialla. Obviando la información prescindible para sacar cada uno de los valores y conclusiones con los que pueda tomar decisiones o simplemente infromarse sobre un tema concreto.

Por ejemplo, el banco mundial guarda en su archivo El total de todas las emisiones de gas generadas por países desde la segunda mitad del siglo XX, aunuque la disponibilidad de estos datos varía y el último registro es de 2012. Se trata de una hoja con mucha información que se puederesumirde muchas formas. Utilizando una herramienta de visualización de datos, por ejemplos, se puede establecer un comparado entre países, para saber cuáles son los que más y menos contaminas. Os lo dejoc omo ejemplo.


BREVE REFLEXIÓN SOBRE EL TRATADO DE PARÍS Y EL CALENTAMIENTO GLOBAL

Foto de Tarabiscuite

A principios de este mes, mientras los niños aún digerían los últimos caramelos de Halloween, el mundo aterrado aún por tanto payaso asesino no se enteró de una buena noticia. El 3 de noviembre de 2016 pasará a la historia como el día en el que se aprobó el Tratado de París, el último de los acuerdos multinacionales para frenar el cambio climático.

Aunque hay quien tacha el acuerdo de laxo, ya que no trata de evitar que la temperatura media del planeta aumente – se da ya por imposible –, no deja de ser sorprendente que las dos potencias que lideran los rankings de emisión de gases de efecto invernadero, EEUU y China, hiciesen el esfuerzo y consiguieran entenderse.


Algo no va bien cuando la NASA crea vídeos virales en los que se puede ver como año tras año el Ártico se descongela. Poco a poco los científicos familiares de algunos cargos políticos han cambiado su posición para afirmar que el aumento de la temperatura global es un problema.

La realidad cada día se hace más tangible y mientras en el Pacífico islas-estado pelean por no desaparecer y encontrar otro territorio en el que asentarse, en la periferia de las zonas más secas la presión migratoria aumenta. Inestabilidad, riesgos de salud para la población, pérdida de territorios, desaparición de ecosistemas o crisis económicas debidas al cambio de las condiciones naturales todo aquello que un día vimos en películas apocalípticas ya no suena a ciencia ficción. La vida en determinadas regiones, incluyendo algunas de las más desarrolladas del planeta, será imposible o muy complicada obligando a controles de población y provocando flujos migratorios en sentidos que no se han conocido.


El Tratado de París evita tratar o fijar medidas drásticas, pero por primera vez ha hecho un protocolo de actuación y obligará a los estados a hacer públicos los datos con los que comprobar si los plazos y límites se van cumpliendo. Ahora bien, no todo es bonito y la lucha contra el cambio climático producirá una reconversión industrial que puede empobrecer determinadas comunidades, si no se invierte en su reconversión. ¿Os suena lo que pasó con Detroit cuando se dejó de fabricar automóviles? [aquí un pequeño recordatorio].

Habrá quien prefiera que su hijo no pueda respirar, que su vecindario se convierta en ceniza, como pasa en China, o que nuestro planeta colapse abnegando los principales núcleos de población – siempre situados en las costas –. El sufrimiento es duro, pero de no seguir las pautas marcada, o incluso no endurecerlas haciendo que la contaminación no sea rentable, las consecuencias serán peores e incluyen un desafío de supervivencia.

Nuestro egoísmo en este momento puede jugar en contra de nuestros hijos y aunque haya quien intente utilizar los esfuerzos que hacemos a su favor solo siendo responsables conseguiremos salvar una situación que año tras año se hace más insostenible. Esperemos que el populismo se quede en populismo, porque si no, en poco tiempo a lo mejor somos otros los que tenemos que saltar los muros.


PARÍS 2015: EL FUTURO DEL CALENTAMIENTO GLOBAL

Térmica

Llegó el momento. París vuelve a estar en la agenda, si es que en algún momento se fue. Sin embargo, en esta ocasión, las noticias son mejores, tras el Protocolo de Kyoto y la improductividad de la Cumbre de Copenhague y tras veintiuna reuniones, desde Río de Janeiro en 1992, la capital del Sena, una de las ciudades más importantes de la historia de la humanidad acogerá la que se supone como la reunión definitiva en contra del calentamiento global.


No existe un tono catastrofista, no se habla de un Nueva York congelado El Día de Mañana y, desde luego, Al Gore y su documental ya no forman parte de los datos más importantes para que el acuerdo se antoje necesario.

China y Estados Unidos, que hasta ahora, basándose en argumentos de competitividad económica no han realizado un esfuerzo lo suficientemente importante, para considerar su actitud como una apuesta seria por cambiar el modelo productivo en base a sus sostenibilidad medioambiental. Sin embargo, ahora sus políticas han ido cambiando y a día de hoy podría ser posible que llegaran a un acuerdo.

Junto a Estados Unido y China, Europa se encuentra ante el mismo reto, sin embargo, pese a que muchos de sus estados firmaron el Protocolo de Kyoto, el incumplimiento del mismo ha sido una constante.

En 2005 la Unión decidió crear un sistema de cuotas para evitar que se emitieran grandes cantidades de dióxido de carbono que se iban reduciendo progresivamente año tras año. Sin embargo, con la crisis el precio de la venta de licencia para emitir gases de efecto invernadero cayo en picado, haciendo que la sostenibilidad se convirtiera, en algunos casos, en una política de responsabilidad social corporativa.

Sistema de comercio de emisiones: reducir el CO2 poniéndole precioEl sistema europeo de comercio de emisiones tiene...
Posted by Parlamento Europeo - Oficina de Información en España on Domingo, 29 de noviembre de 2015

Hasta 2012 fecha de referencia del protocolo de Kyoto, según Eurostat, la Europa de los 15 había reducido sus emisiones de dióxido de carbono para la producción energética en un 14,17%, un punto más que si añadimos a la estadística las nuevas incorporaciones. Además casos como el de Turquía, un país reconocido oficialmente como candidato podría contribuir en contra de esta estadística, entre 2003 y 2012 sus emisiones de gases invernaderos para la producción de energía aumentaron un 29,16%.


Países que cumplieron la reducción del 5% de emisiones de gases de efecto invernadero entre 2008 y 2012 en orden al Protocolo de Kyoto

ESPAÑA


España como país europeo ha reducido notablemente sus emisiones de dióxido de carbono. En el mismo periodo que referencia el Eurostat y como el gráfico muestra, la reducción de los gases que se emitieron a la atmosfera en este periodo es del 17,89% dato muy parecido al resto de países del centro y sur del continente, pero que dista mucho de los países nórdicos, donde, pese a que sean lugares exportadores de petróleo las emisiones se han reducido hasta en un 52,91%, como es el caso de Dinamarca.

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Pese al enfoque de responsabilidad social corporativa desde el que muchos intentan enfocar el calentamiento global, la Cumbre de París puede ser un punto clave en el cambio de modelo productivo. La crisis del crudo, la dependencia que genera y la utilización del oro negro para sustentar regímenes totalitarios hace que poco a poco, no solo por aquello de que si se sigue por el mismo camino nuestros nietos no tendrán futuro las energías renovables se revaloricen y con los avances tecnológicos se llegue a una gran efectividad y producción de este tipo.

En el primer debate electoral entre Pablo Iglesias y Albert Rivera, representantes de la nueva política en España, ambos se mostraron a favor de las energías renovables, y lo que es más vieron en la energía nuclear un problema. Los verdes en Alemania progresivamente han ido reduciendo la dependencia respecto al Uranio con molinos de viento y paneles solares. Pese a que la política del Ejecutivo español no vaya en esta línea e incluso la sancione. Poco a poco las renovables no solo están siendo buenas por la sostenibilidad, sino que también por la eficacia.

Desde 2009 hasta el año pasado la importancia de las renovables en la producción de energía, según el Ministerio de Industria, ha aumentado casi 12 puntos porcentuales hasta suponer un 32,65% de la energía producida. Mientras que la producción en carbón o gas natural se ha reducido, las renovables aumentan, aunque no puedan competir aún con la dependencia nuclear, cuya producción es contante en los años y la del petróleo cuyo uso ha aumentado en los dos últimos años de la estadística ha aumentado un 53,37% en relevancia.

Datos en ktep (tonelada equivalente a petróleo)

Aunque la meta, antes de la cumbre, los más optimistas puedan visualizarla, todo está por hablar. Obama muestra buenas intenciones, el régimen Chino no para de invertir en el desarrollo de placas solares. Alemania, pese a su alta producción ha hecho una apuesta sin retorno. España por su parte ha puesto un impuesto al sol y la mayor empresa de renovables, Abengoa, está en un serio riesgo de quiebra tras una mala gestión en la expansión internacional. Solo esperemos que el mapa de The Guardian sobre el calentamiento global pueda revertirse.